Mi abuelita curo sus varices con esta receta natural, usándola solo 3 veces por semana

Cuando hablamos de remedios caseros para las várices hay muchas personas que no creen en su eficacia y subestiman su poder. Sin embargo, está comprobado científicamente que la naturaleza cuenta con una gran variedad de elementos muy útiles para dar solución a varios problemas del cuerpo humano, entre ellos las várices.

Sabemos lo doloroso y molesto que es este trastorno, y por eso hoy hemos seleccionado para Ud. Este remedio que puedes usar para erradicar las várices de las piernas. Les proponemos que aprendas y los uses frecuentemente, para que vean lo efectivo que es.

Terapia natural contra las várices

A continuación te daremos a conocer un tratamiento natural contra las várices, el cual es natural y las irá eliminando poco a poco. Evita los tratamientos que son costosos y sigue al pie las instrucciones que te daremos a conocer.

Ingredientes:

• ½ taza de zanahoria rallada

• ½ taza de pulpa o gel del aloe vera

• Vinagre de manzana (cantidad necesaria)

Método de preparación:

• Lo primero que debes hacer es pelar la zanahoria, rallarla y colocarla en una licuadora.

• El siguiente paso será extraer el gel de las hojas del aloe vera con ayuda de una cuchara hasta 

• que hayas obtenido media taza del mismo.

• Una vez que extrajiste el gel de las hojas de aloe, es momento de incorporarlo en la licuadora 

• junto con la zanahoria.

• Mezcla bien ambos ingredientes y ve incorporando vinagre de manzana hasta que notes que se ha formado una consistencia homogénea.

Modo de aplicación:

• Ahora que ya tenemos nuestro tratamiento listo, lo que debes hacer es aplicar esta mezla sobre el área afectada por várices. Si se trata de las piernas, luego de aplicar el remedio ponlas en alto. Deja descansar por media hora y enjuaga con abundante agua fría.

• Debes aplicar este remedio al menos 3 veces por semana.

Prevencion

La prevención de las varices es especialmente importante cuando se tienen antecedentes familiares de varices, o existen factores de riesgo que pueden hacer sospechar su posible aparición.

Habrá, por tanto, que seguir las recomendaciones destinadas a evitar su aparición, especialmente si existen factores de riesgo que no es posible evitar como: herencia, sexo o embarazo.

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